Nace esta página como un primer paso para futuros proyectos dirigidos a mostrar cuanto de marítimo continúa conservando nuestra ciudad de Sevilla.
Muchos navegantes, investigadores, aficionados, profesionales, curiosos o simples polizones como yo conforman una comunidad de aficionados al mar que si alguna vez sumara esfuerzos -y por lo que he visto, desgraciadamente, no es muy dada a ello- marcaría un perfil que hoy se cree erroneamente olvidado.
Efectivamente, ya no vienen desde hace mucho, los galeones de Indias. La Casa de la Contratación voló. Donde descargaban los barcos pasan hoy bicicletas y turistas despistados. Pero ahí siguen los mil ejemplos urbanísticos, las mil referencias del callejero, el legado del Archivo de Indias, el Departamento de Historia de América con la Escuela de Estudios Hispanoamericanos, el Museo de la Torre del Oro, la Junta de Obras del Puerto con su actividad comercial, las obras de la nueva esclusa, y hasta su pequeño e interesante Museo, la producción mantenida de Astilleros -de momento-, el Pabellón de la Navegación con su deseo de reapertura, la testimonial Comandancia de Marina, el eco de devociones como Buen Aire, Victoria, Antigua, Carmen, Esperanza, Rosario, Estrella..., un creciente número de titulados naúticos, varias academias dedicadas a incrementarlo aun más, el Club Naútico, Marina Yatching, Puerto Gelves, la Cámara de Mareantes, la Cámara de Marinos, la Hermandad de Mareantes del Sur, la Delegación de la Real Liga Naval, el club de Navegantes en Solitario, el Raecy, así como laureados regatistas sevillanos, caso de Sergio Llorca o Beatriz Manchón, etcétera, etcétera.
Ultimamente han surgido, junto a los planes de revitalización de los márgenes del río ejecutados por el Ayuntamiento, dos proyectos muy interesantes. Uno, la Plataforma Pro-Museo de las Atarazanas que perseguía la conversión de este edificio en un espacio y un punto de encuentro que pondría de relieve nuestro pasado y presente marítimo (las características del Guadalquivir son algo más que fluviales) con tres hechos eje que se dieron aquí y que merecerían cada uno un museo propio como son la creación de la Marina de Castilla con motivo de la Reconquista de Sevilla, la Carrera de Indias y la gestación y cumplimiento de la primera vuelta al mundo. Sin embargo desde que la Plataforma se convirtió en Fundación (
http://www.fundacionmuseoatarazanas.com/) con sus consiguientes contrastes de opiniones no parece que las autoridades culturales den su brazo a torcer finalmente.
El otro, de feliz desarrollo y cuyo motor es esa incansable vocación naútica de Ignacio Fernández Vial, es la Fundación Nao Victoria (
http://www.fundacionnaovictoria.org/). Lo que llevan demostrado con hechos y los atractivos proyectos futuros capitaneados por Juan Salas Tornero son de auténtica admiración.
En cualquier caso y con la moda actual por lo naútico en todos los ámbitos (deportivo, recreo, literario, conmemorativo, etc.) sería deseable que Sevilla tuviera su poquito de protagonismo no con sentido nostálgico sino con el pulso que de manera muy disgregada y oculta late en su vida cotidiana.
A todos los que compartan conmigo esta idea, bienvenidos a bordo.