Con la regata Juan de la Cosa en los próximos días y la Semana Náutica a mediados de Agosto, el Puerto de Santa María alcanza sus horas altas de competición y animación en la Bahía. En el contrapunto, los días grises y solitarios del invierno, de paseos con chaleco gordo por la arena frente a un mar ceniciento y un cielo encapotado pero único. Entre el babor del faro de Cádiz y el estribor del faro de Rota. Caminata del Castillito a Fuentebravía y un mar que es un regalo ante tus ojos... o, a veces, sobre sus lomos.
Ahora, época de loros más que de gaviotas, de crema bronceadora y bulla de sombrillas, chancla y chiringuito, son las velas izadas en la línea de horizonte, rabiosamente blancas la mayoría, como la reserva visual de la grandeza oceánica de nuestro Atlántico.
La prueba es que cada puesta de sol, intante místico, ahuyenta a los atilas de la costa y hace regresar los barcos a casa, recuperando la medida exacta de la belleza.
Ay, si no fuera por el atardecer y por las regatas...
Ahora, época de loros más que de gaviotas, de crema bronceadora y bulla de sombrillas, chancla y chiringuito, son las velas izadas en la línea de horizonte, rabiosamente blancas la mayoría, como la reserva visual de la grandeza oceánica de nuestro Atlántico.
La prueba es que cada puesta de sol, intante místico, ahuyenta a los atilas de la costa y hace regresar los barcos a casa, recuperando la medida exacta de la belleza.
Ay, si no fuera por el atardecer y por las regatas...
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