lunes, 27 de octubre de 2008

Francisco Perea Burgos, Capitán de la Marina Mercante y Práctico del Puerto de Sevilla

Aquí, mis muy estimados lectores, me van a permitir la licencia de abrir como haré de vez en cuando, el rinconcito de lo personal pero con la expresa invitación a que Vd. haga lo propio y comparta su intimidad para hacer de este blog algo más que un noticiero, más bien un album compartido de vida, de experiencias, recuerdos y emociones porque todo ello conforma la verdadera intrahistoria de la Sevilla marítima que pretendemos reflejar.
Traigo aquí -traeré en sucesivas entregas- la biografía de alguien muy especial y cercano, cuyo mismo nombre me pusieron por él en la pila y cuya voz aun me resuena contando películas de singladuras que para él fueron verdaderas. Entre ellas mi favorita: aquella vez que quedaron en medio del océano sin motor ni gobierno en un mercante de gran eslora y tuvo que contener un conato de motín a punto de la antropofagia.
Nació en 1894, estudió en colegios salesianos de Triana, Francia y Londres. De allí vino con el veneno del incipiente futbol que le llevó a ser fundador y jugador titular del recién creado Sevilla F.C. y posteriormente presidente del Triana C.F. Trabajó sucesivamente en varios negocios familiares y siendo uno de ellos de exportación de madera en el muelle no es extraño que acabase marchándose a Bilbao para titularse en Náuticas. Alcanzado el grado de Capitán de la Marina Mercante y rechazando atractivas ofertas laborales, para poder volver a Sevilla después de navegar un buen puñado de años, se preparó y obtuvo el puesto de Práctico del Puerto de Sevilla. Puesto por cierto que las nuevas autoridades del régimen de 1936 habían intentado negarle por haberla alcanzado en tribunales republicanos. Murió en 1982, muchos años después de que al jubilarse, en un gesto propio de su carácter, tirase al río su gorra como una dolorosa despedida.
Como no imaginaría nunca que estas líneas fueran a escribirse, tampoco pensaría hasta qué punto sentimos que "prestase" (sin cuidado de que le fuera devuelto) lo que ahora sería para mí una auténtica joya familiar, su sextante. Da igual, en la hora difícil de marcharse le ví hasta qué punto eramos la fuerza de su última lucha, su última mar gruesa. Y eso basta para convertirlo en algo más que un abuelo, en un héroe de nuestras particulares aventuras, con su silueta como de estar siempre en el puente de mando dibujada para siempre en la portada de algun viejo libro de Stevenson.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha hecho ilusión encontrar a mi tio abuelo, hermano de mi abuelo Antonio Perea Burgos, tambien capitán de la marina mercante, ahora entiendo de donde me viene la afinidad con el mar y lo británico,pórque según recuerdo de mi abuelo estudió nautica junto con su hermano en Cambridge o quizá Oxford, no recuerdo bién .Un saludo a la familia. Juan Pedro Gonzalo Perea.

replicante1971 dijo...

Podrías poner mas informacion acerca del Triana Club de fútbol. Muchas gracias